lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela

No hay mejor cosa para regalar que galletas personalizadas. Y si son hechas por uno mismo, mejor que mejor.

Además, en caso de que tengáis niños por casa, es una actividad muy divertida para compartir con ellos, eso sí, tenéis que estar abiertos a todo tipo de decoraciones, que con ellos, nunca se sabe.

En este caso, he hecho unas galletas especiales para Uxía, que le va a ir a dar un concierto al cole de los niños y creo que se merecen ella y Sergio Tannus- el músico- un par de galletitas.

Estas son con la forma de Rosalía Pequeniña, la protagonista de un libro-disco que os recomiendo para los más pequeños de la casa.

Leer más
Editar receta
Compartir

Ingredientes

  1. Ingredientes para las galletas:
  2. 250 grs mantequilla
  3. 500 grs harina- que no sea de fuerza
  4. 230 grs azúcar
  5. Pizca sal
  6. 1 huevo
  7. Ingredientes para la glasa:
  8. 100 grs claras de huevo
  9. 300 grs azúcar glas
  10. 1 cucharada zumo de limón
  11. Colorante alimenticio (mejor si es en crema)

Pasos de la receta

  1. 1

    Con la mantequilla a temperatura ambiente, agregamos el azúcar y batimos bien hasta que quede totalmente incorporado.

  2. 2

    Agregamos el huevo y mezclamos bien junto con una pizca de sal. Removemos bien.

  3. 3

    Vamos agregando poco a poco la harina, hasta que veamos que la masa se despega sin problemas de las manos, pero que no se vea muy apegotonada.

  4. 4

    Pondremos una plancha de papel para horno y encima la masa. Tapamos con otra lámina de papel para horno y, con el rodillo, estiramos la masa hasta que quede de unos 0,2 cm de grosor. Metemos en la nevera y dejamos reposar durante una hora.

  5. 5

    Calentamos el horno a 200º C y vamos preparando las galletas con las formas que queramos. Metemos en el horno sobre una fuente con papel sulfurizado y bajamos la temperatura a 180ºC.

  6. 6

    Una vez que empiecen a dorarse las galletas las retiramos del horno y las ponemos a enfriar.

  7. 7

    Podemos preparar la glasa para las galletas. Montamos las claras a punto de nieve. Una vez que estén montadas les agregamos el zumo de limón y, poco a poco y sin dejar de batir, el azúcar glass. Seguimos montando hasta que coja de nuevo la densidad de las claras a punto de nieve. Esto puede llevar bien 10-15 minutos, así que no desesperéis.

  8. 8

    Separamos en diferentes cuencos las claras, según los colorantes que vayamos a usar. En mi caso he usado el rojo, azul y amarillo, así que con la mezcla de ellos también he podido hacer el verde, el violeta, el marrón y el naranja. Ahí ya entra vuestra habilidad para mezclar los colores.

  9. 9

    Una vez que tengamos la glasa con los colores que hayamos elegido, las meteremos en pequeñas bolsas limpias, no se nos ocurra reutilizar las del súper para esto. Yo he utilizado las bolsas para congelado tamaño pequeño que, además, me permite cerrarlas herméticamente y así evito que se me seque la glasa.

  10. 10

    Cortamos muy poco la punta de la bolsa y la utilizamos como si fuera una manga pastelera. Para la decoración de las galletas, en caso de que queramos rellenarlas con la glasa de color, siempre se puede hacer alguna glasa con algo de agua, y de esta forma rellena mejor la decoración, dejando así la glasa original para la delineación y los bordes. Esto de la decoración es todo un arte, así que, en caso de duda, mejor podéis ver vídeos tutoriales que explican mejor la decoración de las gallegas.

Reacciones

Comentarios

Escrita por

lacocinademinia.es
lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/ Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas. Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano. Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-. Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar. Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
Leer más