Tarta de almendra o de Santiago

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Santiago de Compostela

Esta es la tarta santiaguesa por excelencia. Y yo, como buena santiaguesa, os la voy a enseñar.

¿Quién no ha venido a Santiago y se ha encontrado en el aeropuerto con gente cargada de cajas tipo pizza de esta tarta?

Eso sí, no tiene nada que ver la tarta que se compra por ahí, en los puestos donde te asaltan con un trocito para la prueba, con la que se hace en casa.

Para empezar, por el precio, es imposible que la que se vende por ahí tenga la cantidad de almendra de la receta original.

Así que, no seamos perezosos y hagámosla nosotros, que con lo sencilla que es, no hay excusa.

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Ingredientes

  1. 250 grs. almendra molida
  2. 250 grs huevo (teniendo en cuenta que un huevo mediano pesa entre 50 y 60 gr, nos harán falta entre 4 y 5)
  3. 250 grs. azúcar
  4. Azúcar glass para la decoración

Pasos de la receta

  1. 1

    Se baten mucho los huevos, hasta que doblen su volúmen y queden blancos.

  2. 2

    Mientras continuamos batiendo, vamos agregando poco a poco el azúcar.

  3. 3

    Agregamos la almendra con movimientos envolventes hasta que forme una masa homogénea.

  4. 4

    Metemos en el horno precalentado a 160 ºC entre 30 y 45 minutos.- Vamos viendo el punto de cocción con la punta del cuchillo, como en el caso de los bizcochos.

  5. 5

    Una vez que enfríe, espolvoreamos azúcar glass. Buen provecho

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Dibujo gris de una cámara y una sartén de cocina

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Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/ Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas. Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano. Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-. Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar. Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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