Falafel de lentejas 'Apto para personas con diabetes'
¿Has probado alguna vez el FALAFEL DE LENTEJAS? Como acompañamiento, plato principal, entrante o tapa te va a solucionar más de un almuerzo o cena. Son una original forma de comer legumbres que gustará a todos, fácil de preparar, muy, muy sana y que también gustará mucho a los más pequeños, sobre todo si se las ponemos para dipear con una salsa de tomate casera o un tzatziki (salsa griega de yogurt).
Las legumbres son muy consumidas en todo el mundo y con ellas se hacen un montón de elaboraciones diferentes. Estamos más acostumbrados a preparar la receta de falafel con garbanzos, pero esta vez, quería probar a elaborar esta receta con lentejas y puedo asegurarte que está aún más rico que el de garbanzos.
Es una receta muy jugosa y digestiva porque las lentejas están previamente cocinadas. Además, como las cocemos en casa, y no las compramos ya cocidas, consigues una diferencia de sabor total. Al llevar comino en su elaboración, aparte de más sabrosas, las hace muy digestivas, ya que al ser carminativo, nos elimina los incómodos gases de cualquier legumbre. Yo lo pongo casi siempre que la receta de legumbre me lo permite y porque además me encanta. Si quieres puedes utilizar lentejas cocidas de bote, así te evitas el remojo del día anterior. Pero asegúrate de enjuagarlas bien y dejar que sequen para que no estén húmedas.
En horno o fritas estarán RIQUÍSIMAS
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Ingredientes
Pasos de la receta
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1
Cuece las lentejas en una olla durante 20 o 30 minutos. Hasta que estén en su punto (nunca duras ni demasiado blandas o deshechas)
Elimina el exceso de agua que puedan tener en un escurridor y reserva para que vayan enfriando.
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2
Cuando las lentejas ya no estén calientes échalas en la picadora o vaso de tu batidora. Añade el ajo, la cebolla troceada y las hierbas. Agrega el comino, la levadura y salpimenta al gusto.
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3
Mezcla todo bien (puedes hacerlo con las manos) hasta conseguir una masa que no sea demasiado pegajosa, pero tampoco muy dura. Tritura hasta conseguir una pasta uniforme.En caso de que la masa que hayas hecho no tenga una buena consistencia y quede demasiado blanda, puedes corregirla incorporándole un poco de harina o pan rallado hasta que consigas dejarla correctamente.
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4
Aunque este no es un paso obligatorio en la receta (yo a veces lo hago y otras no, depende del tiempo del que disponga) puedes dejar reposar unos 30 minutos la masa para que la levadura haga su trabajo y te queden más esponjosos.
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5
EN SARTÉN: Pon una sartén con aceite de oliva virgen extra y mientras se calienta, ves haciendo las bolas de falafel. No las hagas muy grandes (más o menos como una pelota de golf) Si ves que se te pega en las manos, úntalas con aceite. Así te será más fácil de manejar la masa.
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6
Fríe en aceite caliente hasta que estén doraditas. Al sacarlas ves poniéndolas en una bandeja con papel absorbente para eliminar al máximo el exceso de aceite.
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7
Precalienta el horno a 200ºC
Prepara una bandeja de horno con papel sulfurizado y ves colocando las bolas de falafel en ella.
Con ayuda de un pincel de silicona, unta la superficie de las bolas con un poco de aceite de oliva.
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8
Introduce la bandeja en el horno precalentado y hornéa durante 20 o 25 minutos. A mitad del horneado, dales la vuelta para que se hagan por el otro lado. Ten mucho cuidado de que no se te rompan cuando les des la vuelta. Sabrás que están listas cuando los veas dorados por ambos lados y tenga un tacto seco.
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9
Cuando estén todas listas, las podremos servir en platos individuales o al centro en una bandeja y acompañarlas con salsa o la que más te guste y con una buena ensalada verde.
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10
En casa nos encantan con salsa de yogurt, mostaza de dijón y tomate frito casero, ¿y a tí?
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¡¡¡Deliciosamente saludables!!!
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