Tarta crumble de ruibarbo y fresas

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Santiago de Compostela

El ruibarbo es de esos ingredientes que sorprenden.

De aspecto no es muy agradable, con esos tallos y hojas gigantescos, pero de sabor, sobre todo para aquellos a los que os gusten los sabores ácidos, es buenísimo.

Eso sí, cuidado con las hojas, son tóxicas.

Normalmente, cuando compramos el ruibarbo en tienda, nos dan sólo los tallos, así que no hay problema.

Si, por el contrario, lo plantamos nosotros, en primer lugar, dejadle preparado un espacio amplio en nuestro huerto, pues crece muchísimo, y en segundo lugar, ni se os ocurra comer las hojas.

La forma más frecuente de comer el ruibarbo es en tarta, hasta tal punto que en algunos países forma parte de su cultura gastronómica más extensa, como es en Alemania con su Rhabarber Kuchen.

Esta receta mía es una adaptación de la original germana, espero que os guste.

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Ingredientes

150 minutos
6 raciones
  1. 250 grs ruibarbo
  2. 250 grs fresas
  3. 1 chorro azahar
  4. 2 cucharadas azúcar moreno
  5. 250 grs harina
  6. 1 huevo
  7. 1 pellizco sal
  8. 1 pellizco azúcar+ 4 cucharadas
  9. 120 grs mantequilla

Pasos de la receta

  1. 1

    Vamos a poner a “sudar” las frutas. Para ello limpiamos las fresas y los tallos de ruibarbo, a los que les quitaremos la capa rojiza que los cubre.

    Cortamos el ruibarbo en láminas de medio centímetro de grosor. Quedarán con forma de luna.

    También cortamos las fresas en cuatro partes cada una para que no queden muy grandes.

    Pondremos el ruibarbo y las fresas en un bol con un chorrito de agua de azahar y dos cucharadas de azúcar moreno.

    Tapamos y metemos en la nevera durante unas dos horas para que suelten líquido.

  2. 2

    Podemos ir haciendo mientras tanto la masa de la tarta.

    Metemos en un bol el huevo con el pellizco de azúcar y de sal. Batimos para que se mezclen y agregamos la harina.

    Seguidamente agregaremos la mantequilla fría. Cuanto más fría, mejor.

    En este caso recomiendo utilizar batidoras eléctricas, ya que no conviene tocar con nuestras manos la masa, pues calentaríamos la mantequilla y no quedaría bien.

    Tampoco conviene utilizar la Thermomix, ya que siempre tiende a calentarse un poquito por la zona del motor.

    Así que habrá que darle con la batidora eléctrica, con las varillas para masas.

    Ya os digo ahora que va a ser bastante difícil deshacer la mantequilla, así que intentaremos echarla en trozos pequeños para que sea más fácil la mezcla con el resto de los ingredientes.

  3. 3

    Una vez que hayamos hecho la masa, la separaremos en dos partes.

    Una la usaremos para la base y otra para la capa de arriba.

    Para hacer la base de la tarta, iremos cogiendo trozos de la masa quebrada y los vamos colocando sobre un molde de horno redondo pero bajo que habremos preparado.

    En caso de no tener papel sulfurizado o moldes de silicona, echaremos mantequilla por el molde para evitar que se pegue la masa.

    Precisamente esta masa se llama masa quebrada porque no es una masa que sea fácil de trabajar entera, ya que quiebra, así que tendremos que ir pegando en el molde trocitos de masa hasta hacer una base compacta.

    Una vez preparada la base la meteremos en el horno precalentado a 200 ºC durante unos diez minutos, para que se haga un poco y no quede muy blanda después con el relleno.

  4. 4

    A la otra parte de la masa, le agregaremos las cuatro cucharadas de azúcar y las mezclamos bien. La masa tiene que quedar en bolitas pequeñas, que no se peguen, para que tenga el punto exacto.

  5. 5

    Retiramos el líquido que han soltado las fresas y el ruibarbo y las ponemos sobre la base que ya habremos horneado.También pondremos por encima la preparación de la masa anterior, en bolitas.

  6. 6

    Metemos en el horno precalentado y ponemos la temperatura a 180ºC. Le llevará aproximadamente una hora.

    Lo ideal es tomar esta tarta en el mismo día que se ha hecho, para evitar que ablande.

    Buen provecho

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lacocinademinia.es @lacocinademinia
Santiago de Compostela
Antes de nada os presento mi blog: http://www.lacocinademinia.es/ Con esta página no pretendo sumar otra más al amplio mundo de páginas de recetas, sino que quiero ir algo más allá, a través de recuerdos, de reflexiones, trucos, consejos, gustos, etc. Al fin y al cabo, el momento de la cocina es un momento para estar con uno mismo y da lugar a pensar en infinidad de cosas. Mucha de la gente que ha pasado por mi mesa a comer me ha comentado la idea de abrir un restaurante…¡¡¡¡noooo!!! ¡Qué forma de odiar la cocina!. Al igual que me han insinuado que me presente a un concurso de cocina. Al próximo que me diga que me pesente a un concurso de cocina lo mando al Gran Hermano. Sí que es cierto que tengo dos estados diferentes en la cocina: disfrutándola- normalmente fines de semana y cuando viene gente a comer a casa-, y odiándola- cuando tengo que pensar TOOOODOS los días el menú del día siguiente-. Y cuando digo pensar, no sólo es pensar en lo que hacer de comer, sino repasar mentalmente los ingredientes que tengo en el congelador, en la nevera, en la despensa, los que tendría que comprar en caso necesario, en qué momento puedo ir a comprar, si antes o después de recoger a los niños en el cole, o entre que van a una clase o a otra,… ¡¡Lo odio!! Pero no por ello odio cocinar. Empecé este proyecto como terapia y porque, como dice mi madre, soy un “culo inquieto”. Siempre tengo que tener algo en mente y si supone un reto para mí, mejor. Como terapia, me ha servido, y con creces. Estoy teniendo mejor acogida de lo que esperaba y además, tengo a la familia encantada. Todos los días comen algo diferente. No os creáis que las fotos me las saco de internet, no. Las fotos son hechas por mí de platos cocinados por mí, lo cual me obliga a cocinar variado, aunque bien es cierto que no es muy diferente de lo que cocinaba anteriormente.
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