Costilla de cerdo guisada con garbanzos y patatas

Empieza haciendo el sofrito. Para ello, pica la cebolla y el diente de ajo y ponlos a pochar en una sartén. Pela la zanahoria y córtala en trocitos pequeños. Añádela a la sartén. Cuando las verduras estén pochadas añade el tomate triturado y el azúcar para quitar la acidez del tomate. Añade el vino blanco y deja que se evapore. Reserva el sofrito para más adelante.

En una olla rápida marca el costillar con los dos dientes de ajo sin pelar pero machacados y las bolitas de pimienta.

Cuando la carne esté bien dorada sácala y reserva en un plato. Saca también los ajos y la pimienta.

En la misma olla echa la harina y deja que se tueste. Añade el sofrito de tomate y remueve. Añade ahora el costillar y los ajos, y el vaso de vino tinto. Deja que se evapore el alcohol y cubre con agua. Cierra la olla y sube el fuego hasta que suban los 3 anillos. Cuando suban, baja el fuego y deja la carne haciéndose media hora/45 minutos.

Escurre los garbanzos y lavalos. Pela la patata y córtala en trozos de bocado y lávala.

Saca la carne y córtala por los huesos para que a la hora de servirlo sea más cómodo, y vuelve a ponerla en la olla. Añade los garbanzos y la patata y guisa todo bien con la olla destapada hasta que la patata esté cocida y se haya formado una salsa un poco espesa.

Para finalizar, una vez servido el guiso en el plato, he espolvoreado un poco de coco rallado por encima porque me gusta la textura que le da. ¡Que aproveche!