Ptega
Ptega @ptega
Santander

¿Merendamos? Hoy os traigo una receta súper sencilla e ideal para los que os guste la canela. Con sólo tres ingredientes tenemos una merienda de reyes.

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Ingredientes

25 minutos
18 unidades
  1. 1 lámina hojaldre rectangular
  2. cantidad necesaria Canela
  3. cantidad necesaria Azúcar

Pasos de la receta

  1. 1

    Agrupamos todos los ingredientes, que como veis son tres contados.

  2. 2

    Extendemos la lámina de hojaldre y espolvoreamos toda la superficie con azúcar, pasamos con suavidad un rodillo para que se adhiera al hojaldre. Espolvoreamos con canela toda la superficie.

  3. 3

    Vamos haciendo pliegues desde los extremos más largos, tal y como se ve en las fotos, hasta que se topen. Envolvemos con el mismo papel que venía el hojaldre y dejamos reposar 30 minutos en el frigorífico para que se endurezca y sea más fácil cortar.

  4. 4

    Ponemos a precalentar el horno con calor arriba y abajo a 180 grados y forramos una bandeja apta para horno con papel sulfurizado.
    Pasado el tiempo de reposo (que os lo podéis saltar pero os costará más cortarlo), sacamos de la nevera y cortamos en rodajas de un dedo de grosor, vamos colocando sobre la bandeja que habíamos forrado y llevamos al horno.

  5. 5

    Dejamos que nuestras palmeritas se doren durante 20 minutos o hasta que adquieran el color que buscamos. Sacamos del horno y dejamos templar en la bandeja.

  6. 6

    Una vez que podemos manipular las palmeritas sin quemarnos, las colocamos en una rejilla para que terminen de enfriar.

  7. 7

    Ya tenemos nuestras palmeritas listas. Están riquísimas tanto solas como con una bebida calentita. Si os sobran, guardar en una caja de lata y aguantan 5 días. Espero que os gusten!!!

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Dibujo gris de una cámara y una sartén de cocina

Comentarios (2)

Sari Lewi
Sari Lewi @SariLewi
A mi me gustan ya .... solo verlas !!!!🙇🏃😛😀

Escrita por

Ptega
Ptega @ptega
Santander
He de confesar, que nunca me había gustado la cocina, es más de chiquitilla solía huir de ella y casi lloraba cuando los Reyes me traían una cocinita. Es más hasta que me casé sólo entraba en la cocina por necesidad, por pura subsistencia, había que comer y de platos precocinados y carnes o pescados a la plancha no pasaba. Tras casarme, empecé a curiosear por Internet y a intentar elaborar las recetas que encontraba, a veces con más acierto y otras con menos y en ese tiempo descubrí que la cocina me relaja, que me gusta probar cosas nuevas, aunque a veces con las prisas acabamos con el sota, caballo y rey. Ahora os cuento un poquito de mi, soy, como dice una amiga, una viejoven. Me gusta pasar el tiempo con la gente que quiero, ansío cada año que llegue el 15 de mayo para volver al pueblo de mi infancia y reencontrarme con esos amigos que no necesitas ver a menudo para saber que han sido, son y serán las personas que con un gesto borran todas las tristezas.
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